La semana pasada, el jueves antes de las elecciones, estuve en una de las asambleas de la #acampadahuelva. Fue emocionante. Por el camino oía a la gente en charlando en las terrazas de los bares y en todas las mesas el tema de conversación era el mismo. Según pasaba sólo me daba tiempo a oir una frase en cada mesa, pero siempre era “si es que es normal, así no se puede seguir“, “por fin la juventud se mueve“, “si llevan razón, yo también pienso igual“… Todo el mundo, incluso los que no iban a la asamblea, hablaba de lo mismo.
Lo que me encontré al llegar: Un grupo de gente de distintas edades, distintas ideas políticas, distintas “pintas”… pero todos con una idea clara y un mismo sentimiento: todos estábamos hartos de la situación. Hartos de políticos que no escuchan a la ciudadanía, hartos de corrupción, hartos de que la separación de poderes sea una farsa… Allí se leyó el manifiesto que aparece en la web de Democracia Real Ya, y las distintas propuestas de ese movimiento. Todo el mundo oía y aplaudía cada punto, aunque muchos no estábamos de acuerdo con todos ellos.
Pero el caso es en el ambiente se veía ilusión, ambiente de grupo aunque la mayoría no nos conocíamos entre nosotros. Y unas ideas claras de lo que se quería.
De verdad, que uno se iba de allí emocionado y pensando que “aquí se está fraguando algo grande”.
Ha pasado casi una semana. Esta tarde he ido de nuevo a la asamblea de Huelva y después de cuatro horas allí, todavía no tengo claro qué ha pasado.

Antes de empezar, le pregunto a una persona cómo está la situación. Me comenta que se ha propuesto visitar a las distintas asociaciones de vecinos para “difundir el mensaje”. Me parece una idea buenísima. Llegar de primera mano a cuanta más gente mejor, y contarles personalmente por qué estamos ahí, y qué queremos. De verdad, una buena idea.
La asamblea empieza eligiendo a un moderador (“mesa”), alguien que controle el turno de palabra y alguien que redacte un acta. Sigue con una ronda en la que la gente propone temas que se tratarán después en detalle. Se trata más o menos, de organizar un “orden del día” sobre la marcha. Y empiezan ya las tiranteces entre algunos participantes. Pronto empiezan los problemas.
Una persona nos comenta que ha redactado un discurso para llevar a las reuniones con las asociaciones de vecinos, y pasa a leerlo. Es un discurso escrito con el corazón, bastante emotivo, explicando la visión personal de esta persona, …. pero bastante largo (¡¡¡ 8 páginas !!!) y bastante personal. Un discurso diciendo “somos un grupo de personas que pensamos que xxxx o que xxx, que nos disgusta xxx o xxx, que proponemos que xxx o xxx” es muy difícil que represente a todos los que formamos parte del grupo. Y más difícil cuantas más cosas aparezcan en la lista de lo que disgusta o lo que se propone. Yo no estaba de acuerdo con la mitad de propuestas.
Otra persona empieza a proponer una idea de organización de los grupos de trabajo… da la impresión de que aquí hay más jerarquías y burocracias que en el “mundo real”. Oigo hablar de un grupo de vivienda, comentan que “igual ese grupo no trae propuestas en varios días, porque redactar una Ley de Vivienda no se hace de un día para otro”. Me quedo a cuadros.
Siguen apareciendo propuestas. Alguna persona comenta que no debemos perdernos en los detalles y que intentemos movilizar a la gente que se queda en casa.
Se comenta que este sábado hay un encuentro de coordinación en Madrid con las distintas asambleas de las distintas provincias. Se eligen a unos portavoces para que estén allí. (¿a estas alturas hay que desplazarse a Madrid para estas cosas?)
Se me hace tarde y tengo que irme, pero veo que se va a hablar sobre “quién tiene cabida en este movimiento”. Hay tensión, se discute, algunos se sienten ofendidos…
En fin. Vuelvo a casa después de cuatro horas (la asamblea sigue) y sin saber qué rumbo está tomando este movimiento. Cada vez se oyen más voces pidiendo un “consenso de mínimos“. Una lista corta y concreta de qué pretensiones tenemos. Una lista con la que todos estemos de acuerdo. Unos objetivos que a lo mejor no resuelven problemas concretos, pero que abran el camino para que se puedan resolver esos problemas. Esta lista es un ejemplo de esos mínimos con los que podríamos estar todos de acuerdo:
Consenso de mínimos
15demayo.info
Como ciudadanos indignados con la situación actual, propiciada por un sistema político que no nos representa, redactamos este documento para sentar las bases de una necesaria y urgente reestructuración democrática.
Este documento tiene como única finalidad plasmar un consenso de mínimos, con el objetivo de consolidar una democracia real. No pretende exponer propuestas concretas, sino los principios por los que deberán regirse las futuras medidas.
1. Reforma de la ley electoral. El sistema actual fomenta el bipartidismo y la alternancia en el poder mediante un reparto no proporcional de éste. Demandamos una ley electoral que garantice la equidad del voto, independientemente de la opción política y región en la cual se vote.
2. Democracia participativa. La democracia no debe consistir en conceder autoridad plena durante una legislatura. Los ciudadanos deben poder tomar parte en la toma de decisiones que afecten de manera trascendente a su futuro.
3. Intolerancia a la corrupción y transparencia gubernamental. Afirmamos que la corrupción ejercida por los miembros de los partidos políticos alcanza un nivel intolerable. Por ello demandamos una mayor transparencia en los partidos y las instituciones públicas, así como garantías de una separación fundamental entre los poderes del Estado.
Invitamos a todos los ciudadanos a que hagan suyos los principios básicos citados en este documento y los reclamen de forma activa en los lugares que consideren oportunos. Así mismo, llamamos a la difusión de este documento en acampadas, comités, chats, foros, comunidades o cualquier otro lugar físico o virtual.
Yo también pienso que nos estamos yendo por las ramas. No creo que se deba tener una lista enorme de peticiones. No sé si las acampadas tienen que seguir en la calle, o si hay que ir buscando otra forma de mantener esto vivo. Y desde luego, no creo que deba haber un grupo redactando una nueva Ley de la Vivienda.